Deseo único de acabar cuanto
antes:
“Loco de dolor, no sentía ya nada fijo y solido en el cerebro. Incapaz
de aceptar nada de la suerte después de aquellos dos meses pasados en la
embriaguez de la juventud y del amor, abatido a la vez por todas las
meditaciones de la desesperación, tenía un único deseo: acabar cuanto antes”. Libro duodécimo, Marius, Capitulo “Marius
entra en la sombra”, Página 805.
Desacuerdo con el mundo:
“Pendiente fatal a las que los más honestos
y los más firmes son arrastrados como los más débiles y los más viciosos, y que
desemboca en uno de estos dos agujeros: el suicidio o el crimen. A fuerza de
salir para ir a soñar, llega un día en que se sale para ir a arrojarse al agua.
Marius
bajaba por esta pendiente a pasos lentos, con los ojos fijos sobre la que ya no
veía”. Libro segundo, Capitulo "El campo de la alonda I" , Página 640.
Religión:
“Oraba así, arrodillado ante esta hermana.
Parecía
que no se atrevía a arrodillarse directamente ante Dios”. Libro octavo, Capitulo "Clausura IX”, Página 429.
Superioridad:
“Había
casi divinidad en aquel hombre tan augusto.
Jean Valjean estaba en la sombra,
con su punterola de hierro en la mano, de pie, inmóvil, azorado ante aquel
anciano resplandeciente. Jamás había visto nada semejante. Esa confianza lo
asustaba. El mundo moral no puede presentar espectáculo mas grande: una
conciencia turbada e inquieta, próxima a cometer una mala acción, y
contemplando el sueño de un justo.
Ese
sueño, en aquel aislamiento y con un vecino como el, tenía algo de sublime, que
el sentía vaga, pero imperiosamente. Libro segundo, Capitulo “Lo que hace XI”, Página
87.
No plenitud:
“La tristeza, la inquietud, la ansiedad, el
cansancio, la nueva desgracia de verse obligado a huir de noche para buscar a
la ventura un asilo de en Paris para Cosette y para él, la necesidad de adaptar
su pasos al paso de una niña, todo esto había cambiado el modo de andar de Jean
Valjean. Libro quinto, Capitulo “Donde se explica cómo Javert había espiado en vano”, Página 360.
Amor:
¡Emocionante
ilusión de madre! Para ella, Cosette era siempre la criatura que se lleva en
brazos.
Todavía
no - contesto el médico, no en este momento. Aún tiene algo de fiebre. La vista
de su hija la agitaría y seria perjudical. Antes es preciso curarla”. Libro
octavo, Capitulo "Fantine feliz II, página 222.
Desesperación:
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